Hoy amanecí con ganas de
llorar por tu partida.
Y como arde esta herida, de
no poder seguir tu vida
con la mía.
Hoy amanecí y una lagrima
corría en mi mejilla.
Pero estas lágrimas también
son de alegría; por que esta
lejanía te traerá triunfos
algún día.
Hoy amanecí con ganas de
verte de nuevo, pero ya no
estas en el paradero.
Fue inevitable tu partida.
Hasta luego mi compañero
de vida.
Hoy amanecí con ganas de
abrazarte y decirte te quiero.
Por eso ahora solo quiero
volver a quedarme dormido,
para seguir soñando contigo.
J.C.C.I.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario