sábado, 17 de octubre de 2009

Cuerdas invisibles

Una mujer a la medida
que se desplazaba levitante a mis retinas.
Una mujer poseida
por las mejores distorsionadas atribuciones
otorgadas por mi codicia.
Una mujer que solo
existía en la perfecta ficción de un
cuento de hadas que solo yo creía.
Una mujer que al reflejarse en el
espejo dibujaba una figura
para mi desconocida.

Y no hay espejo que pueda reflejar lo que yo pensé ver en ti.
La realidad rompió las cuerdas invisibles que te hacían levitar.


J.C.C.I.