No te hubieras ido sino hasta el día en que el tiempo
dejara de avanzar, hasta que la luna reinara en la
noche hasta la eternidad.
No te hubieras ido sino hasta que las aves dejaran de
cantar, hasta que las olas del mar dejaran de bailar.
No te hubieras ido sino hasta que te pudiéramos
abrazar, hasta que tu mirada y tu sonrisa en
nuestra mente pudiéramos fijar.
J.C.C.I.
14/9/2009
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