Observador observado
desde lejos contemplado,
por unos ojos empañados,
por unos ojos nublados.
Y la atención que usted
espera de mi, señor observador;
la respuesta que usted
espera de mí, señor observador
nunca llegará, a su llamado
nunca atenderá.
No quiero causar decepción
en usted, que de su mirada
me he percatado, pero hay
algo que sus ojos nublados no
han observado, es algo obvio y
usted no lo ha notado; y es que
mi corazón no está interesado.
Quisiera en todo caso agradecerle
señor observador, que de mí
prestó atención, que mi presencia
le causara buena impresión.
Hasta luego señor observador,
nos vemos en el salón.
J.C.C.I.
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