Bosque laboral, es un cuadro difícil de pintar,
un escenario difícil de escenificar,
un paisaje difícil de retratar.
No se deja tratar, la maleza invade tus
sentidos, te paraliza y no te deja hasta
que siente que dejaste de respirar.
Sus habitantes, pequeños y gigantes
seres deambulantes, van y vienen
inmunes a las horas cambiantes,
no hay sonrisas, no hay sonidos,
ni corazones palpitantes. Son presa y
victimas de la característica estructural de
este bosque laboral.
Y por cada paso que das, con un
látigo de ortiga el bosque laboral
te ha de castigar, pues es el precio
que tendrás que pagar si tan solo
lo quieres visitar y si ahí te piensas
quedar, con tu vida haz de pagar.
Pero, ¿Cómo luchar contra el
bosque laboral? ¿Cómo quedarse
sin tener que pagar? Es de suma
urgencia para mí saber y alguien
me lo tiene que explicar.
Alguien por favor, venga y dígamelo ya.
J.C.C.I.
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